Ramón Araujo Armero.
Lola Araujo Hazas.
Hemos concebido la nueva terminal como un gran arco, una puerta de entrada al país. Una forma poderosa y sencilla alusiva con sus extremos alados a las formas del lugar. Mientras desde el mar el arco es un símbolo de bienvenida, del lado de tierra se produce un gran voladizo que forma una plaza pública. Un mirador abierto sobre el mar.
Las diferentes plantas del edificio se suspenden de la estructura de cubierta, resultando un gran espacio diáfano que permitirá adecuar el espacio a los cambios futuros.